La reciente propuesta de reforma para duplicar el aguinaldo de 15 a 30 días ha generado un debate intenso. Mientras los trabajadores esperan con optimismo un beneficio económico significativo, muchos empresarios expresan su preocupación ante el aumento en la carga financiera que esto supondría, especialmente si la reforma se aprueba antes del 20 de diciembre, fecha límite para el pago de esta prestación, según el artículo 87 de la Ley Federal del Trabajo (LFT).
Desde 1970, la fórmula para calcular el aguinaldo no ha cambiado. Ahora, con esta reforma, se busca no solo mejorar la capacidad adquisitiva de los trabajadores, sino también compensar los efectos de la inflación en sus ingresos. El contexto es aún más interesante si consideramos que en 2025 se proyecta un incremento del salario mínimo: pasaría de $248.93 a $278.80 pesos diarios y, en la Zona Libre de la Frontera Norte, de $374.89 a $419.87 pesos diarios.
¿Qué significa esto para los patrones?
Aunque todavía no hay certeza sobre la aprobación de esta reforma, de ser aprobada, los empleadores estarán obligados a pagar 30 días de aguinaldo en los términos del artículo 87 de la LFT. Para muchos, esto representa un reto financiero considerable, pero para los trabajadores y sus familias, sería un alivio en la difícil época de fin de año, especialmente ante el constante aumento de precios.
¿Y para los trabajadores?
El aguinaldo, como siempre, debe pagarse incluso si el trabajador no completó un año laboral. En estos casos, se calculará de manera proporcional a los días trabajados. Sin embargo, no todos los días cuentan para este cálculo. Según el artículo 42 de la LFT, ausencias por enfermedades no profesionales, permisos sin sueldo o faltas injustificadas no se computan para el pago del aguinaldo. En cambio, los días de descanso semanal, vacaciones o incapacidades por riesgos de trabajo sí deben incluirse.
Reflexión final
El aguinaldo no es solo un derecho laboral, sino un componente esencial del sustento económico de millones de familias mexicanas. Sin embargo, es común escuchar casos donde esta prestación se paga en partes o incluso se retrasa, afectando la estabilidad financiera de los trabajadores. Por ello, es vital promover y respetar en tiempo y forma este derecho.
La propuesta de reforma no solo representa un desafío para los empresarios, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de fortalecer los derechos laborales en México y garantizar un ingreso digno para quienes sostienen la economía del país.